martes, 27 de septiembre de 2016

La cabeza esta... amarilla, pero amando eternamente

Llevo desaparecida un rato, siempre digo que voy a tratar de ser constante, pero la verdad no ando con el mejor estado de animo como para leer y subirles reseñas. Lo bueno, es que eso cambio entre ayer y hoy.
Leí al fin ACOMAF, y lo cierto es que ahora mismo, amo demasiado. Si bien el final es terrible, me encanto, es muy apropiado, mañana les voy a traer la reseña, ya que ahora es realmente tarde acá, pero no podía irme a dormir hasta no haber finalizado el libro.
Junto con mi lectura que me dejo demasiado feliz, me paso algo no tan bueno. En Chile estado a comienzo de la primavera, y eso acá significa una sola cosa: alergias. La mayoría de la gente, particularmente en Santiago, vive con alergia y sufre, yo en lo personal soy afortunada no tengo ese problema, pero este año me salieron cosas en la cara, y ver como se iba sumando manchas me molesto mucho (básicamente de loca, ya que no se notan, pero yo las veo y es suficiente para perturbarme). Así es que no se me ocurrió nada mejor que hacer una mascarilla que se supone que me deja la cara perfecta con cúrcuma, y resulta, solo que ahora no puedo sacar completamente el pigmento amarillo de mi cara.
Es más, vi mi pajama, y tiene manchas amarillas, al igual que mi almohada que para mi desgracia es blanco u.u
Por lo que hasta que aplique cantidades monstruosas de exfoliante en mi cara, soy básicamente un simpson (si, mis amigos se rieron horas cuando les conté y vieron las fotos, las que son demasiado indignas como para compartirlas). No puedo negar que me reí igual cuando comprendí los resultados de mi tratamiento casero, pero eso sumado a que pude leer y amar a un nuevo personaje <3, me dejaron con unas ganas locas de leer todo lo que tengo pendiente, así es que espero que este Octubre que se nos viene, este muuuy lleno de reseñas.
Les recuerdo que siempre doy signos de vida por el facebook del blog, y que además (ahora si!) mantengo mis lecturas actualizadas en Goodreade.

Saludos!!

domingo, 11 de septiembre de 2016

Reseña: Agencia de detectives (Cool & Lam I)

Cuando Donald Lam entró en las oficinas de la señora Berta Cool en respuesta al anuncio, solicitando un ayudante, que había visto en el periódico, no tenía ni idea de cual era realmente la clase de ayuda que se refería. Pero cuando se ha tocado fondo y no se tiene suerte, no se es demasiado exigente con lo que viene. Así que, cuando es contratado en como un agente de la Agencia de Detectives Cool, pronto descubre que su primera tarea no es tan "cool" ni tan sencilla como se le hizo creer. Con una mente educada y calculadora y el respaldo de su jefe (tan tierna como un alambre de púas), Lam no escatimará en gastos para llegar al fondo del caso. Y aunque las cosas pueden parecer a tomar un giro cada vez peor, las apariencias pueden ser engañosas; Pues verán, Lam, formado en una escuela de derecho, conoce la táctica perfecta que puede hacer que todo salga bien.


Leí este libro hace un tiempo y la verdad había olvidado terminar su reseña, así es que considerando que estoy tratando de volver a tener una actitud responsable, la voy a finalizar para compartirla con ustedes.
Como sabrán, me gustan mucho las novelas policiacas básicamente porque al final, todo tiene una explicación. El mundo que presentan los libros está totalmente explicado: el trasfondo de los personajes si no se explica en un solo volumen lo hace a lo largo de la serie; los casos son resueltos por completo; las motivaciones de todos están explicados y al final, el mundo funciona de forma perfecta. Ese funcionamiento tan milimétrico de las novelas de policía me encanta, y sus antecesoras, las novelas de detective, son iguales en ese sentido.
Antes de entrar a hablar de lleno sobre la novela, una pequeña diferencia entre ambos tipos de novela. Para mi existe lo que son las Novelas Negras, que todas las que tratan el tema de ley vs crimen, lo que puede estar desde ambos lado de la moneda, tanto los policías/detectives como los criminales/asesinos. 
Ahora bien, cuando son policiales, obviamente son agentes de alguna organización que mantenga la ley los que la protagonizan: policía, servicios de investigación (FBI, CIA, MI6), cosas así; y las de detective son cuando quien investiga son detectives privados, lo que significa que ellos son básicamente civiles haciendo un trabajo para privados.
 Esto les da un rango de movimiento más amplio a lo que hacen, no tienen que ser tan correctos como un policía, y suelen bailar entre lo legal y lo ilegal la mayoría de las veces. Este género fue muy popular en USA hace varios años atrás, entre los 1920-1930, donde salían en publicaciones de revistas de papel barato conocidas como pulp. De allí esos detectives de películas en blanco y negro se comenzaron a asentar en la cultura norteamericana, y tenemos un millar de novelas y series que tienen detectives privados que sueles ser tipos duros, que siguen sus propias reglas y que tiene un éxito ligeramente sorprendente con las mujeres.
Son menos leídas ahora porque a diferencia de las novelas policiales, son menos verídicas, pero es básicamente porque están ambientadas unos 80 años atrás, así es que esa diferencia las hace a veces un poco más difíciles de leer, pero en lo personal como es super consistente todo con la lógica interna del libro, no me molesta.
La historia es bastante convencional: una agencia de detectives está buscando un nuevo empleado, pero lo interesante de todo esto, son sus personajes, son cualquier cosa menos convencional.
Bertha Cool es una viuda de unos 60 años con un olfato para el dinero que la hace implacable a la hora de elegir los casos de su agencia de detectives, y como necesita que su maquinita siga girando y llenándole los bolsillos, está buscando un nuevo empleado y por medio de un anuncio llega Donald Lam. Donald llega con mala suerte y sin un peso en sus bolsillos, recibido de abogado, nunca llego a ejercer realmente antes de ser expulsado de colegio de abogados por afirmar (e incitar) una forma de cometer un crimen y salirse con la suya, así es que si algo podemos decir de este hombre algo enclenque de 28 años, es que es muy listo.
Como era obvio, Bertha lo contrata y le asigna su primer caso a Donald: una mujer necesita encontrar a su marido para entregarle los papeles de divorcio, el cual se está escondiendo tanto de la policía como de unos mafiosos ya que los embauco con el dinero de unas máquinas tragaperras. Con esto el chico nuevo tiene que ir aprendiendo el negocio sobre la marcha, mientras avanza en una investigación que al comienzo parece sencilla pero que a medida que avanza se va torciendo de tal forma, que el final es gratamente sorpresivo. En las últimas páginas están totalmente impactada, ya que sabía los hechos que había dejado todo así, pero quería la explicación detallada de todo, y como toda buena novela antigua de detectives, la tenía.
Fuera de lo clásico que pueda ser todo, de verdad los personajes se salen de la línea. Primero que nada, la jefa es mujer, y no una mujer cualquiera. Bertha Cool no solo no tiene pelos en la lengua y pierde todos los escrúpulos en cuanto huele dinero, sino que es directa, vieja (consideren que tiene 60 años en una novela escrita en 1939), bastante gorda y descarada. Ella es básicamente “el jefe” clásico pero en versión mujer, lo que déjenme decirles, es algo poco común. Y por otro lado Lam no es el típico detective rudo con experiencia en la calle, en una pelea, las tiene todas de perder. Es delgado y no muy algo, menos de 1,70 si no me equivoco, además de tener cero habilidades callejeras, fue a la universidad y se recibió, por lo que bruto no es. Pero si cumple con el estándar de que es un hueso duro de roer, le pueden dar una paliza y él no va hablar, si bien calza con el modelo del detective clásico, es porque Donald es un cabezota, nada más.
Así es que esto dos protagonistas tan poco normales se lanzan a resolver su primer caso juntos, lo que se basa en Doland haciendo todo el trabajo sucio y Bertha… bueno, ella gana el dinero.
Me gusto mucho la combinación la verdad, y me gusto que el protagonista no fuese el típico hombre guapo, rudo, que ya nada lo sorprende porque lo ha visto todo, aquí Lam es un pillo, su cabeza y su lengua hacen todo su trabajo porque se tuvo que adaptar a no ser el hombre más grande en la sala. Su éxito con las mujeres es menor a la cuota usual, ya que no es James Bond, pero si tiene a su chica, todos los detectives antiguos siempre la tienen.
Algo que me llamó la atención es el valor del dinero en esa época. Cuando al comienzo hablan del sueldo de Donald, lo que está destinado a comer, movilizarse y extras, es nada, creo que hablaban de centavos. Entonces era muy gracioso ver que con un dólar nuestro detective novato era Gardel, y hoy con un dólar creo que no nos tomamos ni un helado.
El libro tiene la gracia que el autor, A. A. Fair, es el seudónimo de un autor de novelas negras mega conocido que tiene un montón de sagas, Erle Stanley Gardner. Por ejemplo esta saga, Cool & Lam tiene 29 libros; la de Perry Manson uno de sus trabajos más conocidos, son 82 novelas, y eso es solo por ponerles un ejemplo de la cantidad de material que escribía el autor.
La recomendación va para quienes quiera ver un poco hacia el pasado de las novelas negras, es bastante breve y nos abre las puerta a una serie bastante extensa, pero que como todos los libros de este tipo, no hay grandes problema si es que se leen desordenadas o se saltan algunos volúmenes. El ritmo es bueno y es bastante entretenida.
Pueden encontrar casi todos los libros en epublibres.


Espero que les haya gustado, saludos!

La cabeza esta... perdiendo el tiempo mundialmente

Hola, he estado algo desaparecida del blog porque en realidad he estado super distraída, haciendo un montón de cosas poco productivas, como ver Futurama desde el comienzo y de forma sistemática (mi forma favorita de ver series), visto un montón de películas malas y estudiaron para las cosas de la universidad.
He leído muy poco, Goodreaders me recuerda todo el tiempo que he avanzado nada en mis lecturas, lo que me hace sentir muy culpable, en especial con respecto a la saga de La torre oscura, porque mi amigo me hace controles continuos para ver que tanto he avanzado, lo que si son unas cincuenta páginas en un par de semanas en mucho.
En realidad por eso no he subido gran cosa al blog, porque cuando pienso en hacerles una entrada no tan literaria, como que nunca me convence demasiado el tema, y porque he estado escribiendo muy poco, en todos los sentido, este tiempo.
Tengo que terminar de leer una novela para una prueba de mañana, así es que yo creo que les voy a subir una entrada mañana, y que no quiero dejarlos abandonados tanto tiempo.
Ah, y con respecto al segundo libro de ACOTAR, no lo he ni siquiera comenzado a leer porque en cuanto lo acabe voy a tener que esperar demasiado para el siguiente, pero no se preocupen, apenas la curiosidad alcance su nivel máximo me voy a lanzar de lleno a su lectura.
Eso es más que nada, en caso de que tengan alguna clase de recomendación literaria, me escribe nomas.

Saludos y muchos cariños!