"Cuando en 1953 se estrenó en París «Esperando a Godot», casi nadie sabía quién era Samuel Beckett, salvo, quizá, los que ya lo conocían como ex secretario de otro irlandés no menos genial: James Joyce. Por aquellas fechas, Beckett tenía escrita ya gran parte de su obra literaria; sin embargo, para muchos, pasó a ser «el autor de Esperando a Godot». Se dice que, desde aquella primera puesta en escena —que, realizada por el gran Roger Blin, causó estupefacción y obtuvo tanto éxito— hasta nuestros días, no ha habido año en que, en algún lugar de nuestro planeta, no se haya representado «Esperando a Godot». ¡Más de cuarenta años en los escenarios del mundo! El propio Beckett comentó en cierta ocasión, poco después de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1969, que «Esperando a Godot» era una obra «horriblemente cómica». Sí, todo lo horriblemente cómica que puede resultar, a fin de cuentas, la angustiosa situación límite de dos seres cuya vida y grotesca solidaridad se forjan el la absurda y vana espera de ese quién sabe qué (o quién) al que llaman Godot…"
Antes de comenzar, San Wikipedia nos entrega un mini resumen que explica el teatro del absurdo: "El Teatro del absurdo abarca un conjunto de obras escritas por ciertos dramaturgos estadounidenses y europeos durante las décadas de 1940, 1950 y 1960 y, en general, el que surgió a partir de la obra de aquellos. Se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre. A través del humor y la mitificación escondían una actitud muy exigente hacia su arte. La incoherencia, el disparate y lo ilógico son también rasgos muy representativos de estas obras comunes. (...) Toca temas muy importantes, relacionados, por ejemplo, con cuán susceptible se encontraba la civilización después de un gran conflicto bélico como lo fue la Segunda Guerra Mundial. Se percibe a través de sus personajes la desorganización que existía hasta en la manera de comunicarse unos a otros, donde muchas veces no había un punto de acuerdo entre todas las partes, pero si un abuso de poder, donde los ricos y poderosos atropellaban a los más débiles y a los que menos posibilidades tenían para sobrevivir ante tanto caos y confusión. Lo interesante del teatro del absurdo es que no da las respuestas que esperamos, o las que creemos que vamos a esperar, sino que nos deja a nosotros la interpretación y el análisis de cada una de sus obras."
La obra es muy breve, son solo dos actos pero es bastante entretenida, como parte del teatro del absurdo la obra es un sin sentido constante. Pero esto no significa que sea algo tonto o errático, yo siempre pensé que el absurdo era una masa sin control ni patrones, pero en realidad sigue una lógica propia, y es bastante fiel a ella, por lo que no causa demasiados problemas al leerlo.La historia va de dos amigos que se encuentran en un lugar a esperar a Godot, así de simple. Como es una obra son obviamente mucho dialogo, y a través de estos vemos que Vladimir (Didi) y Estragón Gogo) se dedican a matar el tiempo mientras esperan a Godot, el cual nunca llega. Literalmente. En la obra no hay ninguna acción relevante, solo ellos dos, y otros tres personajes que van de paso. Si, puede sonar a algo muy aburrido, lo se, pero la es divertida: todos es muy circular, lo personajes parecen ser casi parientes de Dory por lo poco de recuerdan, sus conversaciones son una serie de cosas sin sentido que de algún modo, nos hace ir tomándole cariño a los personajes, en lo personal me gusto mucho Estragón.
Y la obra es básicamente eso, Didi y Gogo esperando por dos días a Gogot, y cuando la obra termina, quedan en lo mismo, prometiendo volver al día siguiente a esperarlo hasta que anochezca nuevamente. Hay teorías que dicen que Godot es Dios, y que Didi y Gogo representan a la humanidad esperándolo, pero cuando le preguntaron a Beckett el dijo que no, Godot no era Dios, es más, su nombre es casi un juego de palabras que traducido desde el francés sería casi como "Esperando a la bota".
Es obvio que este tipo de teatro tuvo su existo hace un par de décadas como respuesta a los conflictos bélicos que enfrento Europa y Estados Unidos, porque ir a ver esta clase de obras hoy, fuera del atractivo de lo que representan, la verdad es que no tiene demasiado atractivo. Lo que no evita obviamente que se sigan haciendo representaciones de esta misma obra hoy, mientras buscaba las imágenes para acompañar el post me encontré de que había algunas bastante recientes.
Si se animan a leerlo, verán que la obra deja muchas preguntas al aire, y lo triste es que al parecer no hay respuestas para estas, como por ejemplo para que esperaban a Godot, de que se conocen exactamente Vladimir y Estragón, si alguna vez algo de que transcurre en los actos pasa en "realidad" o si es que vuelven a la mañana siguiente. A mi la verdad no me preocupan demasiado todas estas, me encantaría saberlas, pero se que las posibilidades son bastante nulas, en especial porque no soy experta ni en Beckett ni en el teatro del absurdo.
Pero si uno puede disfrutar de leerla sin problema, a mi me gusto bastante, así es que espero que le puedan dar una oportunidad. Encontré algo muy lindo sobre Esperando a Godot, es un kit de muñequitos de papel para recortar y armar, planeo hacerlo entre mis proyectos de vacaciones (ruego por ellas para que lleguen lo más pronto posible, la flojera no es un monstruo muy paciente), lo puedes ver AQUÍ.
Espero que les haya gustado la reseña y la nueva idea de una sección.
Muchos saludos y nos estamos leyendo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario